Aprende con Azúcar

La importancia de la temperatura del horno.

A todos nos ha quedado una vez un bizcocho hundido en el centro, o con demasiada barriga, se nos ha quebrado o no ha subido. Y muy probablemente el culpable sea que realmente no sabíamos dos cositas fundamentales, ¿a qué temperatura está mi horno? y ¿a qué temperatura debo hornear mi preparación?

Entonces, ¿qué es lo primero que debo hacer? si ya no lo tienes, comprar un termómetro para horno, es económico y una de las cosas más útiles que tendrás en tu cocina, sobre todo si no tienes un horno que te diga las temperaturas exactas (y no debemos confiarnos 100% de estos). Y si no lo tienes, aquí al final te doy varias herramientas para guiarte.

¿Cómo saber la temperatura de mi horno?

Si no tienes un termómetro de horno, hay varios métodos que puedes usar para hacer aproximaciones. Que suelen estar excelentes para tortas o bizcochos, pero en ciertas cosas como cheescakes o merengues la exactitud significará éxito o desastre.

Cocinas a gas con números del 1 al 5 o del 1 al 10.

A lo mejor tu cocina usa este sistema antiguo donde la perilla del horno solo tiene unos números que no te dicen nada. En la siguiente infografía te explico.

Con esta información tienes todo lo que necesitas para hornear bien, sin embargo, nada reemplaza un termómetro.

¿Qué temperatura requieren mis preparaciones?

Como sabemos, un bizcocho, un hojaldre y un cheesecake requieren temperaturas de horneado completamente diferentes para asegurar el éxito en el proceso de horneado. Aquí te doy una guía de varias preparaciones.

  • Merengues, mousse, cheesecake: 90 – 110 C. Son preparaciones delicadas que generalmente necesitarán cocciones bajas por periodos prolongados.
  • Bizcochos, masas quebradas, tortas, galletas, cupcakes, muffins: 180 C. Es la temperatura más usada tanto en reposteria como en cocina en general, en las recetas siempre encontrarás un típico «hornear a 180C».
  • Hojaldres, masa danesa: 200 – 220 C. Estas preparaciones son un poco más delicadas, y requieren altas temperaturas, exactitud y concentración.

Y estos son todos mis consejos, pero el más importante es que conozcas tu horno. Practica, úsalo, y solo así lograrás la perfección, porque cada horno es un mundo.

Gracias por leerme, espero que les sea útil, los quiero!

Cocinera profesional, amante de la pastelería y el azúcar en todas sus presentaciones.

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